Mientras se aguardan imputaciones y eventuales arrestos por la denuncia de jóvenes que aseguraron haber sido torturados con bolsas en su cabeza y sometidos a una brutal golpiza en la comisaría de Justiniano Posse, la causa derivó en una purga.
La semana pasada se había conocido que los tres uniformados acusados de haber hecho el “submarino seco” fueron puestos en pasiva, mientras al menos ocho quedaron licenciados, entre ellos un subcomisario.
Ahora se supo que el jefe de la Departamental Unión (de la que depende Justiniano Posse), Héctor Antonio Garis, fue desplazado por orden de la Jefatura.
El comisario mayor, quien llegó a esa Departamental en enero pasado, fue enviado a licencia y en esa situación quedará hasta que salga su pase a retiro, en pocos meses.
La explicación “oficial” por parte de altas autoridades de la Policía, que destacaron sus 33 años de servicio, fue que se “le debían licencias no cobradas” (vacaciones) y que llegó al “fin de su ciclo” de trabajo.
INFO: LA VOZ DEL INTERIOR
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